1. El fin de la Antigüedad


Al principio de la Edad Media, tres civilizaciones se repartieron las tierras del desaparecido Imperio romano de Occidente. 

En la zona occidental y central de Europa se establecieron los pueblos germánicos que invadieron el Imperio romano a partir del 409. Estos pueblos acabaron romanizándose, adoptando las tradiciones romanas, el latín y la nueva religión que se propagaba por toda Europa, el cristianismo.

En la zona oriental, ocupada antes por el Imperio romano de Oriente, surgirá Bizancio. El Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino logrará sobrevivir a la caída de Roma, y las insignias imperiales serán trasladadas a Constantinopla, la nueva capital, en un acto simbólico.

En la península Arábiga, surgirá el último Imperio medieval a la sombra de una nueva religión monoteista basada en la tradición romana, cristiana y judía, es el Islam. La nueva religión y su poder político se expandirá por toda la franja costera del Sur del Mediterráneo, la Península Ibérica y Oriente Medio.