Roma era una ciudad de la península Itálica gobernada por una monarquía. En el siglo VI a.C., sus habitantes expulsaron a los reyes y formaron una república.
Tras numerosas guerras, Roma conquistó muchos territorios y se transformó en un Imperio. Los siglos I y II d.C. fueron los de la pax romana. En esta época, el Imperio alcanzó su máxima prosperidad.
El Imperio romano dominó el mundo conocido: construyó ciudades y expandió su lengua y su cultura. A partir del siglo I d.C. surgió una nueva religión, el cristianismo, que con el tiempo se fue extendiendo por todo el Imperio.
A partir del siglo III, el Imperio entró en crisis y fue invadido por pueblos germánicos. En el 476, Roma fue conquistada y el Imperio de Occidente desapareció.