Roma

Las religiones

1. La religión griega y romana

Los griegos creían en la existencia de numerosos dioses (politeísmo). También elaboraron mitos, narraciones fabulosas que explicaban el origen de la Tierra y las hazañas de los dioses y los héroes. Los romanos tomaron la religión griega y la adaptaron a sus creencias.

Los dioses y diosas del Olimpo

Las divinidades griegas y romanas se representaban como seres humanos, pero eran inmortales y tenían poderes extraordinarios. Vivían en el monte Olimpo y desde allí regulaban los fenómenos naturales y vigilaban a las personas.

Tenían un nombre, un atributo que los identificaba (rayo, casco, lanza, lira...) y estaban dotados de voluntad, sentimientos y pasiones (celos, ira, afán de venganza...). Pero a diferencia de los mortales, no conocían el hambre, la fatiga ni el dolor.

Zeus era el padre de la familia olímpica y el dios más poderoso. Ejercía su poder sobre su esposa (Hera), sus hermanos (Poseidón, Hades) y sus hijos (Apolo, Afrodita, Dioniso, Atenea...).

Semidioses o héroes

De la unión de un dios o una diosa con un ser humanonacían los semidioses que, a diferencia de los dioses, eran mortales.

Los héroes, seres diferentes a los humanos y a los dioses, como Heracles / Hércules o Aquiles, se caracterizaban por realizar hazañas extraordinarias, por las cuales eran recordados en nar

raciones y poemas.

La mitología clásica incluía una serie de personajes fantásticos que poseían cualidades especiales, como los centauros y las centáurides (mitad hombre o mujer, mitad caballo), las sirenas y los cíclopes (gigantes de un solo ojo).

El culto público

Griegos y romanos imploraban el favor de los dioses y les rendían culto público en los templos. La población no tenía acceso al interior de los templos, donde se guardaba la estatua de la divinidad a la que estaba dedicado.

Las ceremonias más frecuentes eran las procesiones, las ofrendas, los sacrificios y las libaciones (derramación de un líquido como leche, miel...), que tenían lugar en un altar que se situaba frente al templo.

 

En la puerta de los templos se realizaban sacrificios de animales (ovejas, gallinas...). Las vísceras se ofrecían públicamente en el altar de los dioses, mientras la carne era consumida por los que practicaban el rito.

El culto privado

También existía un culto privado, realizado en el ámbito del hogar y dirigido por el padre o pater familias.

Este culto alcanzó un gran desarrollo en Roma donde cada casa contaba con un pequeño altar (larario) y se rendía culto a los dioses familiares, denominados lares y penates.


2. Una nueva religión: el cristianismo

Los hebreos, el pueblo de la Biblia

La costa oriental del Mediterráneo, una zona que los griegos denominaron Palestina, estaba habitada desde mucho tiempo atrás por el pueblo hebreo.

Los hebreos profesaban el judaísmo, una religión monoteísta que afirmaba la existencia de un solo Dios, Yahvé, y proclamaba la llegada de un Mesías salvador que los redimiría de sus pecados.

Su libro sagrado, la Biblia, narra los orígenes del mundo, la historia de los judíos y su alianza con Yahvé. También contiene los Diez Mandamientos, que exponen las normas y preceptos que deben seguir.

En el siglo I d.C. esta región fue incorporada al Imperio romano y Judea se convirtió en una provincia romana que también incluía Samaria. Esta provincia pasó a ser gobernada por un prefecto romano, de los que Poncio Pilato fue el más conocido.

Jesús de Nazaret

Jesús nació en Belén en tiempos del emperador Octavio Augusto. Sus padres (María y José) eran judíos de Galilea que se habían trasladado a Judea para empadronarse, siguiendo las órdenes romanas.

A los 30 años se proclamó Hijo de Dios y sus seguidores le reconocieron como el Mesías(Cristo en griego) que había sido anunciado por los profetas. Jesús predicó sus enseñanzas por Samaria y Judea y se rodeó de doce discípulos (apóstoles).

Los judíos le consideraron un impostor y le acusaron de propagar una doctrina falsa que se oponía a las leyes romanas.

A los 33 años fue detenido por el gobernador romano Poncio Pilato y condenado a morir en la cruz (crucifixión). Sus seguidores afirmaron que a los tres días resucitó (resurrección) y ascendió a los cielos (ascensión).

Las enseñanzas de Jesús son la base de la religión cristiana, que se difundió por todo el Imperio romano.

Las comunidades cristianas

Las primeros seguidores de Jesús se organizaron en pequeñas comunidades. Estas formaban la Iglesia, que significa la reunión de todos los cristianos. Para formar parte de la comunidad cristiana se debía seguir un aprendizaje (catequesis) y ser bautizado.

Cada comunidad elegía un responsable, el obispo. Con el paso de los siglos, el obispo de Roma se convirtió en la cabeza de todos los cristianos (Papa).


El mito del origen del mundo

La mitología es un conjunto de leyendas que narran las aventuras de los dioses y los héroes.

Un mito griego narra el origen del mundo: Urano (el cielo) y Gea (la Tierra) tuvieron un hijo, Cronos (el tiempo).

Zeus, uno de los hijos de Cronos, se enfrentó a su padre y se convirtió en rey de los dioses.



Malos presagios para Pompeyo

Todo el cielo se opuso a la marcha del ejército de Pompeyo antes de la batalla: las tropas fueron bombardeadas con rayos y bolas de fuego, los estandartes no se podían despegar del suelo, el asno que tenía que ser sacrificado derribó el altar de una coz y escapó. No sorprende que los soldados temblaran de miedo.

Marco Anneo LucanoFarsalia, siglo I d.C.


Oráculo y auspicios

Antes de emprender cualquier acción, era importante averiguar la voluntad de los dioses.

Para ello la población acudía a recintos sagrados, los oráculos, donde las pitiassibilas interpretaban los mensajes divinos.

Los auspicios consistían en la interpretación del vuelo y el canto de las aves por un augur que sabía leer en ellos el designio de la divinidad.

Los presagios y prodigios eran sucesos extraordinarios enviados por los dioses para dar a conocer su voluntad.


Dioses y mitología





Los apóstoles

Tras la muerte de Jesús, los apóstoles difundieron sus enseñanzas entre las comunidades judías, pero fueron pocos los que se convirtieron a la nueva religión.

Un patricio romano convertido al cristianismo, Pablo de Tarso difundió el cristianismo entre los no judíos (gentiles) y viajó por todo el Imperio romano, creando pequeñas comunidades cristianas.

 

Murió crucificado y se le santificó con el nombre de San Pablo.


Los Evangelios

Cuatro de sus apóstoles escribieron los episodios de la vida de Jesús y sus enseñanzas. Son los cuatro Evangelios, que constituyen la base del cristianismo.

 

Cada uno de los evangelistas se representaba mediante un símbolo: Mateo un ángel, Juan un águila, Marcos un león y Lucas un toro.



U13-6. y U14-2.