La República romana realizó una enorme expansión territorial en distintas fases:
Entre los años 500 y 250 a.C. conquistó la península itálica.
Entre los años 264 y 146 a.C. se hizo con el control del mar Mediterráneo occidental.
Entre los siglos II a.C. y I d.C., las legiones romanas conquistaron Grecia, el Mediterráneo oriental, la Galia, Britania y amplias zonas de Europa central.
La razón fundamental para tan enorme expansión fue que la República de Roma contaba con un poderoso y eficaz ejército. Estaba formado por todos los ciudadanos entre los 17 y los 60 años.
Si alguien no se incorporaba al ejército cuando era llamado, se le consideraba un desertor, perdía la ciudadanía y podía pasar a ser esclavo. Defender y engrandecer la República era un deber sagrado.
Las conquistas aportaron a Roma grandes riquezas, pero originaron enormes desigualdades sociales. Algunas personas se enriquecieron con los botines de guerra, el cobro de impuestos, la compra de esclavos (prisioneros de guerra) y la explotación de grandes fincas (latifundios).
Pero una parte de los campesinos se arruinó al abandonar sus tierras para servir en el ejército. Esto dio lugar a conflictos sociales, como la revuelta dirigida por los hermanos Graco (siglo II a.C.), en demanda de un mejor reparto de la riqueza.
Para acallar las protestas y controlar un territorio tan inmenso, el Senado y los magistrados entregaron el poder a jefes militares, que acabaron enfrentándose entre sí y dando lugar a las guerras civiles.
A mediados del siglo I a.C., Julio César era el hombre más poderoso de Roma. Bruto, un joven patricio, amigo y protegido de Julio César y modelo de las virtudes romanas, participó en el asesinato de César.
¿Por qué César había acumulado tanto poder en sus manos? ¿Qué causas provocaron que Bruto atentara contra la vida de César? ¿Por qué creía que César significaba un peligro para la República?
Los animales del campo y los pájaros del cielo tienen cuevas y nidos donde refugiarse, pero los hombres que pelean y mueren por Italia solo tienen luz y aire [...].
Ustedes combaten y dan sus vidas para que otros naden en la riqueza y el lujo. A ustedes los llaman los amos del mundo, pero no poseen siquiera la más ínfima porción de tierra.
Discurso de Tiberio Graco, 133 a.C.
Entre los asesinos de César se encontraba Bruto, su amigo. En la obra de William Shakespeare, Julio César, Bruto explica por qué se vio forzado a atentar contra César:
¿Por qué razón Bruto se alzó contra César? He aquí mi respuesta: no fue porque amaba a César menos, sino porque amaba a Roma más.
¿Preferiríais que César viviera y así morir esclavos, a que esté muerto César y vivir libres?
Porque fue mi amigo, lo lloro. Porque fue afortunado, lo celebro; porque fue valiente, lo honro; porque fue ambicioso, lo maté.
Wiliam Shakespeare: La tragedia de Julio César, 1599.
U13-3.