Las manifestaciones artísticas de la cultura islámica están muy vinculadas a la religiosidad y se caracterizan por el predominio de la arquitectura sobre las demás artes.
La construcción más representativa es la mezquita, pero también se levantaron edificaciones civiles como alcazabas, palacios, zocos, baños públicos y escuelas (madrasas).
La prohibición coránica de representar imágenes de figuras humanas comportó un escaso desarrollo de la pintura y la escultura, y el predominio de motivos abstractos y geométricos. Su función primordial fue la ornamentación de los muros arquitectónicos.
Los artistas cultivaron distintas artes decorativas, entre las que destacan los objetos de metal, cristal y marfil (vajillas, jarras, aldabas...), la marquetería y, sobre todo, la cerámica y el mosaico, decorados con una enorme variedad de motivos, formas y colores.
La arquitectura islámica presenta una serie de características comunes:
Uso de materiales de construcción sencillos: ladrillo y madera.
Cobertura de edificios mediante bóvedas y cúpulas profusamente decoradas.
Utilización de pilares y columnas como sustentos y gran profusión de arcos.
Austeridad en la decoración de los muros exteriores, que contrasta con la rica y variada ornamentación interior a base de mármoles, azulejos, yeserías y maderas.
Muchas de las construcciones, sobre todo los palacios, presentan hermosos jardines en los que la vegetación y el agua se combinan para crear un ambiente tranquilo y relajado, integrando arquitectura y naturaleza.
La arquitectura de Al-Andalus seguía los modelos del arte islámico, pero adoptó algunas elementos propios: el arco de herradura enmarcado por un alfiz y el lobulado simple o entrecruzado, así como una gran variedad de bóvedas.
La grandiosidad de sus construcciones y su riqueza ornamental sitúa la arquitectura de Al-Andalus entre las más relevantes del mundo musulmán medieval.
La pintura, el mosaico y el estuco se utilizaron para recubrir las superficies de los muros. Según el tipo de ornamentación, se distinguen:
Lacería: motivos geométricos.
Ataurique: motivos vegetales.
Arabesca: motivos vegetales y geométricos entrelazados.
Caligráfica: escritura de textos del Corán.
Es el periodo en el que se realizan las aportaciones técnicas más relevantes y el que presenta mayor riqueza constructiva y ornamental.
Destacan la mezquita de Córdoba y el palacio de Medina Azahara (Córdoba).
Presenta una arquitectura más austera, que potencia la estructura arquitectónica y descuida la ornamentación.
Destacan la Alcazaba de Málaga, la Aljafería de Zaragoza y la Giralda y la Torre del Oro de Sevilla.
Se caracteriza por una gran riqueza decorativa en el interior de las edificaciones, que esconde la pobreza de los materiales constructivos.
Destacan la Alhambra y el Generalife de Granada.